miércoles, 14 de octubre de 2009

ENTREVISTA 2


PEDRO GIMÉNEZ

Entre las telas blancas que suponen las paredes encaladas ibicencas, se esconde el objetivo fotográfico de este paciente observador. Su amor por la isla pitiusa evoca el juego de la luz del mediterráneo al estilo de un Mompó. Pedro Giménez nos presenta su último trabajo Tempo y una historia en fotografías de un mundo al revés, el Homenaje a Boris Vian, su particular Lobo Hombre.


- ¿Cómo te iniciaste en la fotografía?
- Empecé en esto de la fotografía a mediados de los años 70 junto con mi hermano. Me inicié en este mundo de una forma muy amateur. Mi hermano también es fotógrafo, se puede decir que es cosa de familia. De pequeños, mi padre nos compró un curso por correspondencia que hicimos mi hermano y yo juntos.
Luego tuve varios parones hasta el año 1988 aproximadamente, cuando ya empecé más en serio y comencé a hacer exposiciones. En 1982 asistí a una escuela, donde estuve aprendiendo fotografía profesional y actualmente todavía sigo formándome en diversos cursos y talleres. He hecho también prensa, algo de moda, bodegones, portadas de discos, catálogos de viaje, etc…

- He leído que guardas un amor enorme por Ibiza:
- La isla de Ibiza me encanta, allí realizo una gran cantidad de actividades con un buen grupo de personas que se han interesado por mi trabajo. Suelo ir como unas tres veces al año, allí estoy durante un tiempo en el campo. Muchas veces salgo aún de madrugada y busco sitios que me interesan para sacar una buena fotografía. En Ibiza hago un trabajo fotográfico que va más allá de esta disciplina y que yo llamo Arquitectura Rural Ibicenca. Aquí juego con la imagen, con la geometría, con el volumen, las texturas, las sombras y muchos más elementos.
Lo de Ibiza ya es una continuidad. Ahora estoy fotografiando detalles de una arquitectura con un gran trasfondo para mi. Se trata del “Espacio Micus”, su nombre procede de Eduard Micus, un pintor abstracto alemán gran amante de la isla, lamentablemente fallecido en el año 2000. El espacio ha quedado como una fundación gestionada por su hija. La morfología externa de este lugar es muy importante para mí, ya que dependiendo de la hora del día, entra una determinada luz por esas grietas. Luego yo juego con todos los elementos de los que te hablé antes y realizo mi trabajo. A veces un haz de luz se cuela por algunos espacios y se reflejan en un escalón o en una pared. Con esa luz compongo mis fotografías que luego guardan de efectos evocadores en el espectador.

- En la muestra entreFotos celebrada en Madrid has expuesto una serie llamada Tempo:
- Efectivamente, este año llevo a entreFotos un tríptico que he titulado Tempo. Se fundamenta en el tiempo que transcurre desde una imagen a la otra, como un haz de luz que va pasando. Además, también juego con la palabra Tempo por su connotación musical. La luz que incide en parte de una de mis fotografías, se desplaza en la siguiente, estableciendo un Tempo que, como digo, tiene relación con la música. Así se producen diversos efectos de luz, desplazándose estos haces a distintos lugares, a la izquierda, a la derecha, al centro, y aludiéndo también a ese transcurrir del día y de la vida.
Normalmente mis trabajos son proyectos sobre una determinada temática. Es un trabajo muy paciente, de mucha espera entre una toma fotográfica y otra.
En entreFotos hemos expuesto cuarenta artistas. Es un festival que lleva ya diez años. La filosofía de la exposición es que, durante las cuatro jornadas que dura la muestra, el fotógrafo debe estar siempre presente con su obra. De esta forma, cualquier persona que vaya a visitarla tiene al autor delante de él, y cualquier cosa que le sugiera la fotografía la puede compartir con el artista.

- Este año se cumple el 50 aniversario de la muerte de Boris Vian. ¿En eso consiste tu trabajo de Lobo Hombre?
- En entreFotos también he presentado mi particular homenaje a Boris Vian, un escritor nacido en 1920. Este autor escribió un relato llamado Lobo Hombre en el que se basaron por ejemplo los cantantes de La Unión para componer su canción Lobo Hombre en París.
A partir de unas fotos que realicé en 1984, he realizado una adaptación fotográfica de los personajes que aparecen en el cuento, siempre bajo mi interpretación personal. He realizado una caja en la que he introducido mi particular serie de fotografías con un texto introductorio. También tengo pensado vender las cajas en una galería de París. La lectura de este relato y mis visitas y fotografías de París juntas han dado como resultado este maravilloso proyecto del que me siento enormemente orgulloso. Está realizado en papel varitado. Las fotos son de 1984 pero el tiraje es actual. Los personajes del relato los puedes ver en mis fotografías, por ejemplo puedes ver a la chica de la que habla Vian, llamada Lisette Cachou, una mujer diminuta y morenita que se podrá encontrar en el interior de la caja.
Hace unos años realicé otra caja llamada ATLANTIS. El sueño hippie en Ibiza, nombre con el que se conoce a la pequeña cantera próxima a Cala d´Hort y uno de mis rincones favoritos de la isla donde muchos hippies se instalaron a mediados de los años 60. Su contenido comprendía cinco fotografías originales mías, el volumen once del disco de Café del Mar y un texto sobre el lugar escrito por Eduardo Bravo.

- Por último, ¿cómo haces tus fotos, en analógico o digital?
- Mi trabajo lo realizo todo en analógico, sigo con las películas de siempre. En principio seguiré trabajando en analógico, aunque a veces da más problemas, tanto para positivar como para comprar película. Normalmente cuando viajo siempre me compro la película aquí en Madrid y voy con la película.

Entrevista de Luis Cáceres.

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