martes, 15 de diciembre de 2009

CINE


TOD BROWNING


El círculo de Bellas Artes de Madrid saca de nuevo a relucir a algún cineasta olvidado y hace, hasta el día 20 de diciembre, un ciclo dedicado al prolífico director (también actor, guionista y productor) Tod Browning.

Tres de la mañana, la casa totalmente en silencio y un insomnio que no sé como abatir, asi que, en vista de que voy a escribir un artículo sobre Tod Browning, decido empezar a investigar sobre el tema. En la página del Círculo de Bellas Artes me advierten de que voy a lidiar con un señor que hacía cine de lo más excéntrico allá por los años treinta. Cuán equivocada estaba cuando pensé que me encontraría con películas del tipo Intolerancia, El acorazado Potemkin o King Kong con temática más o menos social, política, aventurera o cómica, donde debería centrar mis esfuerzos en el lenguaje narrativo y no tanto en la historia.

Decido ver Freaks (1932), la que es una de las películas más conocidas del director, aunque estuvo largo tiempo censurada. En buena hora empecé por aquí, pues las tres de la mañana se convirtieron en una noche sin pegar ojo, horrorizada por el desfile de hombres y mujeres deformados. Así que, se me olvidó por completo eso del análisis formal y me dediqué a la historia y a sus personajes: el día a día de un circo de principios del siglo pasado.

La vida de Tod Browning sucede paralela a la historia del cinematógrafo. En 1882, año en que nace el director, no existía el cine. El séptimo arte aparece oficialmente el 28 de diciembre de 1895 de la mano de los hermanos Lumière y su proyección de la llegada un tren. La ilusión de captar la realidad en movimiento se hacía posible.

Mientras tanto Browning se va de casa para unirse a un espectáculo de variedades y al circo que siempre le había llamado la atención. Este mundo le lleva a conocer a Griffith, destacado director que revoluciona el lenguaje cinematográfico gracias al montaje como instrumento expresivo. Participará como actor en algunas películas de Griffith y empezará, en 1913, a hacer cortometrajes como director.

Aunque su primera película es Jim Bludso de 1917, el Círculo de Bellas Artes proyecta El trío Fantástico que se rodó ocho años más tarde y Garras humanas que es de 1927. Ambos films son mudos pues el cine sonoro aparece entonces con El cantor de jazz.

Con el sonido en las salas totalmente instaurado, el director lanza Drácula (1931). En principio la película iba a ser protagonizada por Lon Chaney, su actor fetiche hasta el momento, pero muere y es sustituido por un intérprete con aires misteriosos: Bela Lugosi. Tras Freaks, antes mencionada, Tod Browning continua haciendo películas del género de terror bajo los títulos Mark of the Vampire (1935) o The Devil Doll (1936). Aunque por lo aquí contado parezca que el cineasta sólo se dedicó a esta temática, dirigió más de sesenta títulos contando historias de lo más diversas.

Finalmente se retiró en los años cuarenta y acabó muriendo en 1962 en la soledad de su casa.

Si te ha picado el gusanillo y quieres conocer más de cerca de Tod Browning puedes ver la programación en la página del Círculo de Bellas Artes, las películas se repiten varios días, así que aún estás a tiempo de no pegar ojo, como yo, e ir a ver Freaks.

Paloma Torrecillas.

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