sábado, 6 de junio de 2009

OTROS OBJETIVOS 1



DETRÁS DEL CRISTAL / ELISA GONZÁLEZ MIRALLES


Con este sugerente título presenta Elisa Gónzalez Miralles [Madrid, 1978] su último trabajo fotográfico en la Galería Tolmo de Toledo.

Detrás del cristal es ciertamente sólido, sereno y evocador. Para los amantes de las clasificaciones, estas nuevas imágenes podrían considerarse cercanas al campo de la abstracción, lo que resulta novedoso y positivo, pues hemos de tener en cuenta que los éxitos profesionales que avalan a esta joven artista han sido otorgados por trabajos cercanos al ámbito del reportaje, como el premio FotoPress concedido en 2007 por su trabajo en torno al Alzheimer.

¿Realmente es incompatible ser reportero y artista? ¿La preocupación social, está reñida con la introspección? ¿No somos seres poliédricos, repletos de intereses diversos? ¿No se trata de saber mirar, independientemente de que la mirada se dirija hacia el exterior o hacia el interior?

Sin duda, un fotógrafo aglutina sensibilidad, reflexión, trabajo y la capacidad de saber contemplar la vida con una mirada propia. La dirección a la que conduzca sus intereses en un momento determinado no debería ser causa de conflicto. Quien sepa mirar la vida, distinguir sus múltiples facetas y ofrecerlas a través de un lenguaje propio, es digno de ser considerado, no etiquetado.

Si bien en otros trabajos la artista propone una mirada hacia problemas que están en nuestra sociedad, como el Alzheirmer o la Inmigración, frente a los que resulta imposible salir insensibilizado, adentrarnos en Detrás del cristal, es sumergirnos en un profundo viaje interior, ante el que resulta igual de complicado no sentirse identificado.

¿Quién no ha viajado de noche, de día, con lluvia, en primavera… practicando el sencillo ejercicio de mirar tras el cristal, concediendo a la propia mente el privilegio de descansar, volar, fluir libremente?…

¿No es en esos momentos de auténtico bienestar, en esos espacios de libertad y relajación, donde más profundamente se llega a un tipo de reflexión entorno a uno mismo? ¿No es ante este tipo de “meditación cotidiana” donde se hallan pistas claves sobre la propia vida?

Mientras todo nuestro ser [mente y cuerpo], practica el ejercicio de dejarse llevar sin más, miles de paisajes huyen fugaces ante nuestra retina. Elisa opta por capturar su huida. Fija esos momentos perennes. Inmortaliza sus propios sentimientos y reflexiona sobre ellos. Al ofrecérnoslos, deja la puerta abierta a que los hagamos nuestros dando opción a que cada cual descubra sus propias claves.

Esta retroalimentación es verdaderamente apasionante. Lo enriquecedor del arte no reside en dar respuestas cerradas, unívocas o limitadas, sino en generar reflexión y propiciar la necesidad de que el otro, el observador, formule sus propias preguntas. Y esto es sin duda lo que consigue Elisa: disponernos para nuestro propio viaje.

Os recomiendo realizarlo… y permitir que todo fluya.

Olga Simón

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