viernes, 8 de mayo de 2009

EXPOSICIÓN 1



LONDRES /
National Portrait Gallery

GERHARD RICHTER


“Einstein simplemente hacía ecuaciones y yo simplemente pinto” declaró hace unos años Gerhard Richter, calificado por algunos como el Picasso del siglo XXI. Y no hay que profundizar mucho para darse cuenta de que la pintura ha sido la gran obsesión en la vida de este artista alemán. De hecho, en apenas 50 años ha llegado a crear alrededor de 3000 cuadros imposibles de definir en un estilo artístico concreto. Ello no ha impedido, sin embargo, que sus obras hayan adquirido una fama y un valor en el mercado internacional con los que pocos podrían soñar. Quizás por ello, ya era hora de que un gran museo de Londres decidiera rendirle tributo. Y ha sido la National Portrait Gallery la encargada de tal homenaje: hasta el 31 de mayo, el museo que se encuentra en un edificio colindante a la National Gallery exhibe una selección de retratos, muchos de los cuales se presentan al público por primera vez. Todos ellos han sido realizados en el periodo que va desde los inicios de la década de los sesenta hasta la actualidad y provienen de colecciones privadas y públicas internacionales.

La muestra comienza con un plato fuerte: en una de las paredes del hall principal está expuesta la instalación 48 Tafeln (48 portraits), un conjunto de 48 retratos de personajes de la cultura de los siglos XIX y XX ya exhibidos en la Biennale de Venecia de 1972. Tras pasar este muro de la cultura, el resto de la exposición presenta una serie de distintos retratos agrupados dentro de las foto-pinturas, grupo de pinturas basadas en imágenes fotográficas. El propio Richter consideró que la fotografía era the most perfect picture (la imagen más perfecta) y debía ser utilizada como fuente por los pintores. Gracias a ella estos podrían simplificar su trabajo: tras olvidarse del proceso de pensar qué pintar, podrían pasar directamente a la acción. Por ello, Richter elegía fotografías basándose en ellas para realizar sus retratos pictóricos. Y en estos retratos, de personajes conocidos o vulgares, Richter decidió destacar la apariencia de los retratados, su superficie. “Un retrato no debe expresar nada del alma del modelo, ni la esencia ni el carácter” porque es imposible llegar a conocer el interior de las personas. Y lo consigue: para el espectador los retratados son personajes misteriosos en situaciones ordinarias cuyo pasado esta abierto a numerosas interpretaciones.

La exposición esta dividida en 5 secciones temáticas. La primera de ellas, “The Most Perfect Picture”, se centra en imágenes basadas en fotografías de periódicos mientras que las dos secciones siguientes, “Devotional Pictures” y “Continual Uncertainly”, son cuadros basados en imágenes provenientes de álbumes familiares. A pesar de las distintas fuentes, todas las pinturas comparten algo: se respira en ellas el mismo aire de misterio. A esto ayuda el hecho de que algunos rostros estén pintados de forma borrosa: algunas caras no están definidas por lo que los ojos, puerta de entrada al alma, son incapaces de contarnos algo del carácter de los retratados. Los personajes se convierten así en simples objetos que a veces nos engañan. Algunos parecen querer mostrar una falsa y ensayada felicidad pero solo cuando leemos los textos que acompañan los cuadros conocemos su triste historia. Es el caso de uno de los familiares de Richter, su tío, cuya imagen aparece con una sonrisa en una foto familiar y solo después nos enteramos de su final trágico, su asesinato a manos de los Nazis.

La exposición continua con “Private Images”, parte en la cual los retratados son coleccionistas, artistas o modelos alguna vez relacionados con Richter. Entro ellos esta Brigid Polk, mujer del círculo intimo de Andy Warhol, quien también utilizo imágenes de los medios de masas para sus obras. Y esto es seguido por la última sección, “Personal Portraits”, en la que se muestran retratos de los familiares y amigos más íntimos pero, a pesar de la cercanía entre retratados y artista, sigue existiendo ese sentimiento de impenetrabilidad. Los retratados son solo cuerpos. Y entre cuerpos encontramos algo sorprendente: un espejo que refleja nuestra propia imagen. Pasmados nos miramos. ¿Los demás pueden ver más allá de nuestra apariencia? La pregunta ronda por nuestra cabeza y nos asustamos….

Naiara Valdano.

1 comentario:

  1. Hola, buen artículo!
    Estoy haciendo un trabajo sobre el Retrato, en pintura y fotografía.Me gustaría saber la fuente de esa cita en la que dice que "la fotografía es a imagen mas perfecta".
    Muchas Gracias!

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