jueves, 14 de mayo de 2009

FOTOGRAFÍA



"Retratos de Nueva York".

La Casa Encendida.


Retratos de Nueva York: fotografías del MOMA. El título explica el objetivo de la exposición: construir un retrato de la ciudad de Nueva York. A través de diferentes miradas de fotógrafos, expertos o aficionados, conocidos o desconocidos, esta muestra recompone, por medio de instantes presos de una cámara de fotos, la vida de una ciudad desde los inicios hasta el ocaso del siglo XX. De lo minúsculo de la existencia humana captado en una fotografía, salta el visitante a la imponente arquitectura de la ciudad de Nueva York. Son numerosas las imágenes de edificios ya míticos, todos ellos sobreviven al paso del tiempo, van dejando atrás a generaciones y generaciones que pasan de largo, que desaparecen, mientras ellos permanecen inalterables. Algunos fotógrafos optaron por autorrepresentarse en el espacio, otros convirtieron en eterna una escena de calle, gente yendo de un lado para otro, inmóviles ante un semáforo que no cambia de color, en la parada de algún transporte urbano que no llega, en el asiento de un vagón de metro que se desplaza por las entrañas de la ciudad. Gran parte de estas fotografías conforman el imaginario colectivo sobre la ciudad de Nueva York. Se presenta a la ciudad y también se la representa, objetividad y subjetividad convergen en esta propuesta. La objetividad, en las calles, en los edificios, en los grandes almacenes; la subjetividad, en los rostros en primer plano, las miradas cómplices, alguien que trata de parar un taxi... La representación de la ciudad emerge por medio de tradiciones de incuestionable valor: el jugador de béisbol, las instantáneas de los partidos, el desfile del día de acción de gracias…Nueva York se cuenta a sí misma por medio de múltiples técnicas y variados formatos. Cuando regresa a la calle, el visitante ha de llevar a cabo una ardua labor, la de reconstruir en su mente la ciudad de Nueva York con todas las imágenes que acaba de observar. Al unir los fragmentos obtendrá una única imagen, un retrato de Nueva York.

Rita Sánchez Aragó.

Fazal Sheik.

Fundación Mapfre.


“De una espina puede salir una rosa, de una rosa puede salir una espina”
Cuando me recomendaron ir a la exposición de la Fundación Mapfre en la sala Azca sobre Fazal Sheik pensé… ¿de quién?
Y es normal porque poco se conoce al fotógrafo documentalista en España, además es la primera vez que se expone. Las fotografías realizadas por el neoyorkino son de sus viajes por Pakistán, India, África, Afganistán e incluye también transcripciones de anotaciones y relatos de las gentes de aquellos lugares que visitó.
La base de su obra es el ser humano, que lo refleja con serenidad y dignidad pese a que todos ellos son personajes desfavorecidos del tercer mundo cuyo equilibrio se ha visto alterado. Refugiados, niños víctimas de su cruel entorno y mujeres a las cuales se les ha arrebatado los mínimos derechos y la esperanza, a veces tan sólo por el hecho de no haber nacido varón. Se palpa la complicidad entre el representado y el fotógrafo, y el espectador no hace de juez, sólo debe observar y si es posible reflexionar sobre ello.
Para mí lo más escalofriante son los relatos que cuenta sobre niñas en la India, víctimas de abusos y degradación, cuesta creer que hoy día siga sucediendo, y es claro la insistencia que hace en los valores perdidos de las mujeres en sociedades tan estrictamente patriarcales.
Fotografías en blanco y negro que hunden sus raíces en la psicología del representado
Sheik repasa el dolor y el horror de la guerra sin que se vea ni una sola gota de sangre y eso lo hace aún más hiriente.

Victoria-Ana Elunku Asanqono.

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